lunes, 28 de marzo de 2011

Amamantar

Muchos se sorprenden cuando se enteran que amamanto a mi hija que tiene dos años y medio, para mi la leche materna es un alimento que la nutre física y emocionalmente. ¿Acaso los animales les dan otro tipo de leche a sus crías?  
Pienso que si las mujeres queremos y estamos dispuestas a amamantar, el resto de las personas no deberían cuestionar nuestro actuar.

Cada mujer tiene derecho a elegir el camino que quiere seguir.
Apoyo a las mujeres que deciden darle leche de animal a sus hijos, a las que no deciden darles, a las que continúan dándole pecho, a las que en algún momento les darán y a las que hoy se lo están cuestionando.
Creo que cada mujer sabe lo que es mejor para ella y para nuestras hijas e hijos.

Cuando estamos conectadas con nuestra diosa interior la sabiduría femenina emerge sin problemas, la confianza de que estamos haciendo lo que sentimos que debemos hacer se hace más presente y el poder de enfrentar a los demás aflora en los círculos que nos movamos.  

Sea cuál fuera el camino que tomes, escucha a tu mujer sabia, aquella que te susurra lo que tú sabes que es bueno para tí y para los que amas.

Mujer en curso, te invito a ver este video, a mi me encanta la melodía de la canción y las imágenes están llenas de cariño, amor, entrega y alegría
Claudia Ferrer

jueves, 24 de marzo de 2011

Mujeres Sabias

Desde la mirada de las diosas arquetípicas, las mujeres transitamos a lo largo de nuestra vida entre tres estadios o procesos psíquicos: la mujer joven o doncella, la mujer madura o la madre y la mujer anciana o bruja sabia, cada uno de estos arquetipo nos aporta sabiduría y nos permite despertar nuestro poder y sabiduría femenina.


Jean Shinoda Bolen en su libro Las Brujas no se quejan (Editorial Kairos, 2003), nos invita y nos recuerda que el camino interior nunca se termina y que cada etapa de la vida tiene su aventura. Este libro está dirigido al arquetipo de la bruja sabia que habita en cada una de nosotras y que podemos despertar en cualquier momento de nuestro devenir mujeres, pero principalmente en la etapa en que las mujeres dejamos de menstruar. La autora ha trabajado extensamente sobre este tema, a mi modo de ver considero que es una gran sacerdotiza que está compartiendo generosamente su conocimiento y su experiencia con toda la hermandad femenina y nos hace un llamado de sanación personal y en fraternidad. 

Mujer en curso, te invita a que investigues sobre ella en su página http://www.jeanshinodabolen.com/ o en los arquetipos femeninos, ya que es nuestro trabajo de seguir alimentando día a día el profundo deseo de la conección con lo esencial de cada una de nosotras y con la fluidez del ritmo y latir de nuestros corazones.

Con amor, Claudia Ferrer

A continuación un extracto de uno de los capítulos del libro titulado:

Las Ancianas son Atrevidas y Confían en sus Propios Instintos

"Una anciana es una mujer madura con entusiasmo, pasiones y alma. Si aspiras a ser una de ellas, has de sa­ber que el secreto está en ti misma, siempre y cuando la mente, el corazón y el cuerpo todavía sigan funcionan­do razonablemente bien, y por tu parte valores el hecho de estar viva.

Hablando en sentido metafórico, las tres fases lunares (creciente, llena y menguante), las tres fa­ses de la diosa antigua (doncella, madre y anciana) y los tres indicadores biológicos de la menarquia, la menstruación y la menopausia, dividen la vida de las mujeres como si se tratara de una obra de teatro en tres actos. Hemos llegado, pues, al tercer acto, y el telón ba­jará cuando éste finalice. En el tercer acto quizá trate­mos de enhebrar el significado de las anteriores etapas de nuestra vida, y con ello nos encontremos absortas en algo nuevo. Alcanzamos conclusiones y desenlaces; unas puertas se cierran, pero otras se abren. Sin tener en cuenta los detalles más concretos, lo que da sabor a la vida es estar profundamente implicada en ella.


Puede que seas una anciana atrevida que ha descu­bierto la riqueza de la soledad y puede que disfrutes de una vida y un espacio propios, sabiendo que sólo tienes que agradarte a ti misma. A lo mejor eres una anciana atrevida, dispuesta a abrir tu hogar y tu corazón a mu­chísimas personas, y cuya vida incluso podría erigirse en pilar central de la actividad de una comunidad. Qui­zá seas una mujer de edad avanzada y atrevida que ha encontrado un amante más joven. Igual estás casada con la persona adecuada (“adecuada” respecto a tu ma­nera de ser y a lo que deseas de la vida). Podría ser que contemplaras el mundo desde la perspectiva de una tu­rista, una peregrina o una voluntaria de una ONG. Es posible que te dediques a leer y aprender acerca de todo aquello que te interesa conocer.

Grupo Fenix
Círculo-Taller Inolvidable-Mente 2010

Quizá seas una activista que trabaja para conseguir mejorar un poco el mundo. Tal vez te encuentras en una fase creativa de la vida, o bien te encanta pasar el rato con tus nietos, o no, claro (lo cual dependerá mucho de cómo sean ellos, y de como seas tú también).
Otros pensarán (e incluyo a tus nietos) que estás fuera de lugar y que eres caprichosa o excéntrica por­que puedes mostrarte auténtica y no te conformas con el estereotipo que, según ellos, tiene que regir “a una mujer cabal de tu edad”. Es posible, por otro lado, que descubras que te has convertido en el modelo inespera­do que inspira a mujeres más jóvenes que tú, cuyas madres sí que encajan con ese estereotipo.


Cuando escribí Las diosas de la mujer madura: ar­quetipos femeninos a partir de los cincuenta, era muy consciente de que “anciana” no era una palabra con­vencional que pudieran aceptar las mujeres que pasa­ban de los cincuenta. “Mujer madura”, sin embargo, ya sonaba diferente. La yuxtaposición de estas dos pala­bras parecía tanto una contradicción, en lo relativo a sus términos, como una feliz posibilidad; “seca y vie­ja”, a fin de cuentas, eran los adjetivos más habituales asociados a “anciana”.

“Madura”, en cambio, nos trae a la mente metáforas que tienen que ver con la humedad y la jugosidad. El significado positivo de la palabra “madurez” implica placer. Es como decir que la mujer que la posee está conectada a una fuente de electricidad o energía, o bien que tiene la capacidad de provocar que determinadas cosas ocurran. Lo que en verdad nos revitaliza es el amor incondicional, que es la única fuente de energía que jamás se agota; al contrario, cuanto más entregue­mos, con mayor cantidad contaremos.

 Mujeres en Luna Blanca Creando
Taller Inolvidable-Mente 2010

En la naturaleza, la vitalidad (el estar vivo) signifi­ca que existe una fuente de agua que alimenta un nue­vo crecimiento y conserva la vida, que es húmeda. La humedad metafórica y el fluir, tanto para la salud físi­ca como para el bienestar emocional, también son esenciales. Los sentimientos genuinos y su expresión sin trabas son húmedos. En períodos de dolor, las lá­grimas de pesar fluyen. En la risa y la alegría desinhi­bidas, las lágrimas fluyen. Implicarse en la vida y comprometerse con ella es una proposición madura.


Cada mujer madura recurre a una fuente o a un acuífero profundo lleno de significado que se halla en su mente".

Fuente: Jean Shinoda Bolen – Las Brujas no se quejan


Adjunto este link http://es.scribd.com/doc/36130081/Las-Brujas-No-Se-Quejan-Jean-Shinoda-Bolen en donde podrás leer el libro completo y compartirlo con otras mujeres.
¡Que lo disfrutes!
Claudia Ferrer

domingo, 20 de marzo de 2011

Otro tipo de mandala


Los atrapasueños son mandalas activos, el aro del atrapasueños representa la rueda de la vida y la telaraña los sueños que tejemos, el centro del atrapasueños es el vacío, la energía creadora.

Te invito a que realices tu misma un atrapasueños, necesitas materiales que se consiguen facilmente, revisa este video en que te explican cómo podrías realizarlo, hay muchos más en http://www.youtube.com/

Experimenta lo que sientes al crear tu atrapasueños.

Claudia Ferrer, creadora de Mujer en Curso

jueves, 17 de marzo de 2011

Los Mandalas y las Mujeres

El mandala -círculo sagrado, símbolo de sanación y totalidad- ha sido usado desde tiempos antiquísimos hasta nuestros días por las tradiciones espirituales de todo el mundo. Psicológicamente, los mandalas representan la totalidad de nuestro ser y las personas respondemos a ellos instintivamente, más allá de nuestra edad, género, raza o cultura. (http://www.mandali.com/)

Los diseños de los mandalas varían, pueden ser muy simples o extremadamente complejos, pero siempre mantienen similares características: un centro, puntos cardinales que pueden ser contenidos dentro de un círculo y cierta simetría. Fueron y son usados por maestros espirituales, chamanes y sanadores, como fuente de sabiduría y forma de  meditación. (http://www.mandali.com/)



Los Mandalas y Las Mujeres
Desde mi propia experiencia, a medida que las mujeres trabajamos con los mandalas, podemos sentir cómo crece la paciencia en nosotras y logramos aceptar que hay un momento para cada cosa y que cada proceso tiene su propio tiempo de desenvolvimiento. A su vez, vamos desarrollando nuestra capacidad de asombro, de ver cada instante con ojos nuevos y disfrutar así la vida más plenamente. También, cultivamos una actitud de aceptación, ante la obra que tenemos ante nosotras y que hemos creado.


Contemplar, dibujar, pintar o crear mandalas puede ayudarnos a centrarnos cuando estamos dispersas o nos sentimos perdidas y a calmarnos cuando estamos intranquilas. Además, nos ayuda a conectar nuestro mundo emocional y nuestro mundo espiritual mediante la expresión de nuestra creatividad.
Las mujeres al internarnos en el mundo de los mandalas comenzamos un viaje hacia nuestra escencia femenina, es una forma de reconectarnos con el lenguaje de nuestro ser mujer, permitiéndonos ver zonas del camino que hasta el momento desconocíamos a través de la energía primordial de nuestra creatividad.
En el proceso creativo de construir un mandala, despertamos nuestro inmenso poder que proviene del lugar más profundo de nuestra naturaleza femenina, permitiendo abrazar a la Diosa Creadora que vive en cada una de nosotras. 
Una mujer que es capaz de dar vida con sus manos, con sus sueños, con su sentir. Una Diosa Generadora de amor, de vínculos, de proyectos, de calma, de pasión se abre paso a través de este proceso de autodescubrimiento y de conección con aquello que teníamos olvidado, aquello que ha habitado en nosotras pero que no lo recordábamos... aquella sabiduría ancestral femenina.

¡Podemos miramos con amor, bondad y reverencia
por las mujeres que somos y por lo que somos capaces de hacer!


Claudia Ferrer, creadora de Mujer en curso.
En relación a la la creatividad, Silvia Selowsky en su libro "El Oráculo de Las Diosas, el despertar de lo femenino" (Editorial Grijalbo) postula que:

"Cualquier acto que se lleva a cabo desde el corazón, con intención profunda y focalizada, estando muy presente, proyecta lo más genuino de cada ser. Las acciones cotidianas pueden traer la dimensión sagrada de la vida... Asumir tu manifestación única, inspirada y original te llena de energía terapéutica. Te integra desde tu ser interior con el rol que ocupas en el mundo en que vives" 
Y a través de la Diosa Creadora o Hilandera nos entrega el siguiente mensaje:
"Confía en tu fuerza original
y la creatividad florecerá en tu vida,
sanando tu cuerpo, tu mente y tu alma"

Algunas Sugerencias
Observa un mandala: 
Sientate en un lugar cómodo, logra una respiración rítmica y profunda, y observa por algunos minutos un mandala de tu elección. Este simple ejercicio puede llevarte a un estado de relajación y puedes sentirte más alerta ante los hechos que suceden a tu alrededor.

Colorea un mandala:

Escoge un modelo que te inspire, selecciona los instrumentos (colores, marcadores, acuarelas, acrilicos, por ejemplo) y luego instálate en un sitio tranquilo. Puedes colocar música si lo deseas y comienzar tu trabajo. El resultado que obtendrás dependerá de tu estado de ánimo y de lo que el mandala que desees pintar te transmita. Si crees que necesitas ayuda para exteriorizar tus emociones, puedes colorearlas de adentro hacia fuera; si por el contrario, quieres buscar tu centro, píntalas de afuera hacia adentro.

Crea un mandala:

Busca un lugar que te inspire tranquilidad, reune los materiales que sientas necesarios (lápices, piedras, semillas, flores, hojas, alimentos, etc) Deja que tus manos vayan creando, siente las palpitaciones de lo que tu corazón te va diciendo, pérmite que tu diosa interior te guíe.

Escucha lo que la Diosa Creadora te susurre...

miércoles, 9 de marzo de 2011

Cuerpo de Mujer

"El cuerpo es algo más que un receptor sensual o un vehículo físico; es un instrumento superconsciente que se conecta directamente con el alma. Despierto, el cuerpo sabe, comprende y nos revela el misterio y lo hace a través de nosotras. El cuerpo es un vehículo que nos permite permanecer en la senda de la conciencia chamánica para comunicarnos con lo desconocido, lo invisible y las fuerzas intuitivas del planeta. En la antiguedad remota, el mediador entre la tierra y el cielo era el cuerpo femenino"
Vicki Noble "El Poder Natural de la Mujer"

viernes, 4 de marzo de 2011

Hermandad entre Mujeres

Imagen de Jafeth
 

Cuando las mujeres nos re-unimos con otras mujeres, aprendemos acerca de lo femenino. Cuando nos miramos a los ojos, nos conectamos con nuestra alma, con nuestro sentir. Cuando las mujeres nos escuchamos, recordamos quienes somos y lo que deseamos.


Cuando seguimos la senda de la hermandad femenina, nos relacionamos con otras mujeres desde el amor, desde el respeto y la confianza. Sentimos que estamos "en familia", recibimos el apoyo y la contención que otras nos dan y entregamos lo que brota desde nuestro corazón. Comprendemos que estamos en el lugar correcto, descubriendo que pertenecemos a una gran manada.


Cuando recorremos nuestra vida acompañadas de otras mujeres, cultivamos nuestra esencia sagrada, desarrollamos nuestra intuición. Recoradamos a esa "vieja sabia" que vive en cada una de nosotras y aprendemos a seguir sus consejos.
Aprendemos a honrar a nuestra madre, tal cual es, sin juicios ni reproches, ya que comprendemos que ella también es mujer y que pertenece a este gran círculo de fraternidad.
Aprendemos a honrar nuestro linaje materno y paterno, comprendiendo que para sanar nuestras heridas tenemos que volver a nuestra mamífera interior que sabe cicatrizar su yaga con lamidos de amor, con suaves y calmos lamidos. Mamífera que pertenece a una manada en la cual se apoya y se cobija cuando lo necesita, que sabe recibir el calor de otras y el cuidado del grupo, que se deja llevar por la danza femenina de la contención y la protección.


Cuando comprendemos que las mujeres podemos confiar las unas en las otras, dejamos de sentir miedo, duda, envidia, resentimiento, celos, sospechas o deseos de competir. Entendemos que todas somos iguales y que todas somos una. Que existe un alma femenina generosa y nutridora, que alcanza para todas y para muchas más. Que a partir de ella nos podemos transformar, que podemos cambiarnos a nosotras mismas y a nuestra realidad. Que podemos ser amigas. Que podemos descubrir la magia de encontarnos a nosotras mismas a partir del vínculo con otra mujer.


Cuando sabemos que pertenecemos a la gran hemandad femenina, celebramos que somos mujeres y nos alegramos del latido de nuestro útero. Les enseñamos a nuestras hijas a amar los ciclos de la vida y a cultivar en hermandad el orgullo de ser mujer.


Cuando sintonizamos desde nuestro ser mujer, despertamos a la diosa que habita en nuestro interior, nos damos cuenta de lo maravillosa y bellas que somos e irradiamos luz en donde estemos.


Claudia Ferrer, creadora de Mujer en Curso.
Llegando de una Ceremonia de Luna Nueva



"Las mujeres nacimos hermanas, no importa lo diferente que seamos... importa que seamos libres para pedir, que dejemos los miedos de lado y nos unamos para crecer juntas. Recuperar la tribu es una tarea urgente, no importa cómo ni bajo qué soporte, lo mismo da que sea un grupo de lactancia, un grupo de estudio, un grupo de vecinas, un blog que favorece el intercambio de experiencias o una pequeña revista"
Raquel Tasa
Editora Revista Madre Tierra