martes, 27 de diciembre de 2011

Cierre del año con luminosidad

Hace tiempo que no me calzan las tradiciones católicas ni consumistas, especialmente en esta época de fin de año (navidad, viejito pasuero). Encontré en el blog de Mónica de Simone http://www.monicadesimone.cl/verano/litha-solsticio-verano/ una nueva forma de interpretar la llega del verano y me gustó muchisimo, principlamente porque habla de un arquetipo relacionado con la llegada del solticio.
Acá se las dejo para que la conozcan y averiguen más de ella.


Litha* (21 al 25 de diciembre: Solsticio de Verano)                      
"Como ya hemos comentado alguna vez en esta páginas, la mayoría de las fiestas religiosas que guardamos son herencia de la Antigua Religión Celta, que con toda su sabiduría y belleza celebraba rituales en ocho distintos momentos del año y los honraba siguiendo el curso de la naturaleza (los ocho Sabbats). Marcando los cambios estacionales se encuentran los cuatro Sabbats menores; los Solsticios y los Equinoccios.

Heredadas del hemisferio norte y originariamente pre cristianas son entonces, las tradiciones y celebraciones de esta época del año.
Y a Litha corresponde el Solsticio de Verano.

En algunos países nórdicos, aún hoy se celebra el 13 de diciembre “el día de Lucía” (Ver Lucía, la doncella de la Navidad, en Inspiración y Belleza), legado de la costumbre de celtas y eslavos que celebraban el primer día de verano, con bailes y fogatas en las montañas para enraizar y acrecentar la energía del Sol.

Así, el Solsticio nos ofrece el día más largo del año, y el más lumninoso, en el que a partir de ahora los días serán más largos que las noches, y la luz reinará sobre las tinieblas.

Momento de la más alta y pura alegría, en el que los espíritus de la naturaleza están alegres y activos por el cambio de estación, y las frutas frescas y las flores pletóricas se dan con entera prodigalidad, pues el Padre Sol alumbra a la Madre Tierra inundada de fertilidad.

Ese es el significado profundo de esta celebración, que más tarde el cristianismo haría suyo con la llegada de Jesús, el niño luminoso, el 25 de diciembre, traspasando el carácter simbólico del triunfo de la luz sobre la oscuridad, al nacimiento, con el renacer de la esperanza y la luz en el mundo.

* (Litha es en el Hemisferio Sur; en el Norte celebran Yule)"