jueves, 24 de marzo de 2011

Mujeres Sabias

Desde la mirada de las diosas arquetípicas, las mujeres transitamos a lo largo de nuestra vida entre tres estadios o procesos psíquicos: la mujer joven o doncella, la mujer madura o la madre y la mujer anciana o bruja sabia, cada uno de estos arquetipo nos aporta sabiduría y nos permite despertar nuestro poder y sabiduría femenina.


Jean Shinoda Bolen en su libro Las Brujas no se quejan (Editorial Kairos, 2003), nos invita y nos recuerda que el camino interior nunca se termina y que cada etapa de la vida tiene su aventura. Este libro está dirigido al arquetipo de la bruja sabia que habita en cada una de nosotras y que podemos despertar en cualquier momento de nuestro devenir mujeres, pero principalmente en la etapa en que las mujeres dejamos de menstruar. La autora ha trabajado extensamente sobre este tema, a mi modo de ver considero que es una gran sacerdotiza que está compartiendo generosamente su conocimiento y su experiencia con toda la hermandad femenina y nos hace un llamado de sanación personal y en fraternidad. 

Mujer en curso, te invita a que investigues sobre ella en su página http://www.jeanshinodabolen.com/ o en los arquetipos femeninos, ya que es nuestro trabajo de seguir alimentando día a día el profundo deseo de la conección con lo esencial de cada una de nosotras y con la fluidez del ritmo y latir de nuestros corazones.

Con amor, Claudia Ferrer

A continuación un extracto de uno de los capítulos del libro titulado:

Las Ancianas son Atrevidas y Confían en sus Propios Instintos

"Una anciana es una mujer madura con entusiasmo, pasiones y alma. Si aspiras a ser una de ellas, has de sa­ber que el secreto está en ti misma, siempre y cuando la mente, el corazón y el cuerpo todavía sigan funcionan­do razonablemente bien, y por tu parte valores el hecho de estar viva.

Hablando en sentido metafórico, las tres fases lunares (creciente, llena y menguante), las tres fa­ses de la diosa antigua (doncella, madre y anciana) y los tres indicadores biológicos de la menarquia, la menstruación y la menopausia, dividen la vida de las mujeres como si se tratara de una obra de teatro en tres actos. Hemos llegado, pues, al tercer acto, y el telón ba­jará cuando éste finalice. En el tercer acto quizá trate­mos de enhebrar el significado de las anteriores etapas de nuestra vida, y con ello nos encontremos absortas en algo nuevo. Alcanzamos conclusiones y desenlaces; unas puertas se cierran, pero otras se abren. Sin tener en cuenta los detalles más concretos, lo que da sabor a la vida es estar profundamente implicada en ella.


Puede que seas una anciana atrevida que ha descu­bierto la riqueza de la soledad y puede que disfrutes de una vida y un espacio propios, sabiendo que sólo tienes que agradarte a ti misma. A lo mejor eres una anciana atrevida, dispuesta a abrir tu hogar y tu corazón a mu­chísimas personas, y cuya vida incluso podría erigirse en pilar central de la actividad de una comunidad. Qui­zá seas una mujer de edad avanzada y atrevida que ha encontrado un amante más joven. Igual estás casada con la persona adecuada (“adecuada” respecto a tu ma­nera de ser y a lo que deseas de la vida). Podría ser que contemplaras el mundo desde la perspectiva de una tu­rista, una peregrina o una voluntaria de una ONG. Es posible que te dediques a leer y aprender acerca de todo aquello que te interesa conocer.

Grupo Fenix
Círculo-Taller Inolvidable-Mente 2010

Quizá seas una activista que trabaja para conseguir mejorar un poco el mundo. Tal vez te encuentras en una fase creativa de la vida, o bien te encanta pasar el rato con tus nietos, o no, claro (lo cual dependerá mucho de cómo sean ellos, y de como seas tú también).
Otros pensarán (e incluyo a tus nietos) que estás fuera de lugar y que eres caprichosa o excéntrica por­que puedes mostrarte auténtica y no te conformas con el estereotipo que, según ellos, tiene que regir “a una mujer cabal de tu edad”. Es posible, por otro lado, que descubras que te has convertido en el modelo inespera­do que inspira a mujeres más jóvenes que tú, cuyas madres sí que encajan con ese estereotipo.


Cuando escribí Las diosas de la mujer madura: ar­quetipos femeninos a partir de los cincuenta, era muy consciente de que “anciana” no era una palabra con­vencional que pudieran aceptar las mujeres que pasa­ban de los cincuenta. “Mujer madura”, sin embargo, ya sonaba diferente. La yuxtaposición de estas dos pala­bras parecía tanto una contradicción, en lo relativo a sus términos, como una feliz posibilidad; “seca y vie­ja”, a fin de cuentas, eran los adjetivos más habituales asociados a “anciana”.

“Madura”, en cambio, nos trae a la mente metáforas que tienen que ver con la humedad y la jugosidad. El significado positivo de la palabra “madurez” implica placer. Es como decir que la mujer que la posee está conectada a una fuente de electricidad o energía, o bien que tiene la capacidad de provocar que determinadas cosas ocurran. Lo que en verdad nos revitaliza es el amor incondicional, que es la única fuente de energía que jamás se agota; al contrario, cuanto más entregue­mos, con mayor cantidad contaremos.

 Mujeres en Luna Blanca Creando
Taller Inolvidable-Mente 2010

En la naturaleza, la vitalidad (el estar vivo) signifi­ca que existe una fuente de agua que alimenta un nue­vo crecimiento y conserva la vida, que es húmeda. La humedad metafórica y el fluir, tanto para la salud físi­ca como para el bienestar emocional, también son esenciales. Los sentimientos genuinos y su expresión sin trabas son húmedos. En períodos de dolor, las lá­grimas de pesar fluyen. En la risa y la alegría desinhi­bidas, las lágrimas fluyen. Implicarse en la vida y comprometerse con ella es una proposición madura.


Cada mujer madura recurre a una fuente o a un acuífero profundo lleno de significado que se halla en su mente".

Fuente: Jean Shinoda Bolen – Las Brujas no se quejan


Adjunto este link http://es.scribd.com/doc/36130081/Las-Brujas-No-Se-Quejan-Jean-Shinoda-Bolen en donde podrás leer el libro completo y compartirlo con otras mujeres.
¡Que lo disfrutes!
Claudia Ferrer