miércoles, 2 de noviembre de 2016

Queridas Seguidoras:


Hoy es un día muy especial, porque "vuelvo a las pistas", después de un largo receso. Hoy quiero comentarles que regreso con nuevas ideas, sueños y proyectos.
Para los que me conocen personalmente saben que pasé por un período en que necesitaba "tomar distancia" y para los que todavía no, les cuento que mi decisión de detener las actividades de Mujer En Curso, tuvo relación con una vivencia muy personal.

Confío en que las cosas ocurren de una cierta manera cuando deben suceder. Creo que A VECES ES NECESARIO PARAR PARA CONTINUAR, porque es precisamente en la pausa o en el detenerse que podemos volver a conectarnos con quienes somos. Y eso justamente me ocurrió a mi, elegí replegarme hacia mi interior como lo hace un caracol, me movilizaba muy lentamente y en una quietud "muy activa", porque si alguien me veía podría haber pensado que no estaba haciendo nada, sin embargo en mi interior todo se estaba transformando.

Esta lejanía me ayudó a superar un doloroso proceso de ruptura, volver al útero me permitió sanar mis heridas. A su vez, el camino que recorrí hasta el momento, me dio la oportunidad de reconocer una gran fortaleza en mi, desde la cual pude volver a ponerme de pie para continuar con mi vida.
En el transcurso de este proceso, me refugie en el amor: de mis padres, de mis amigas, de mis maestras y maestros, de mis compañeros de ruta, de mi hija y también en mi propio amor.
Tuve una transformación tan poderosa como la que experimenta una oruga que se transforma en mariposa. Porque yo me conocía de una determinada manera, creía saber quién era y qué podía hacer, sin embargo, cuando miro atrás reconozco un proceso de grandes aprendizajes, en los que descubrí UNA NUEVA YO, una nueva forma de habitarme en este cuerpo de mujer. Mi identidad se transformó, hoy abrazo mis luces y mis sombras con mucho respeto y amorosidad.

Hoy me siento completa, veo en mi lo femenino y lo masculino a la vez. Veo muchas posibilidades de ser yo, que puedo explorar día a día. Agradezco a la vida por haber vivido esta experiencia porque hoy me siento grande, he crecido muchísimo internamente. En mi hoy habitan al mismo tiempo mi ma-paternidad que cuidan y guían a la niña que tengo dentro.
Hoy me siento florecer y es en esta primavera del hemisferio sur, que comienzo a desplegar nuevos colores, aromas y sentires.

Pronto, comenzarás a verlos tú también. Porque en unos días más, verás algunos cambios en esta página, conocerás una nueva imagen del trabajo que realizo a través de las redes sociales. Te comentaré los nuevos talleres y actividades que estoy impartiendo. Descubrirás la coherencia que hoy existe en mi; que está alineada con mi propósito en la vida: DISEÑAR EXPERIENCIAS DE APRENDIZAJE QUE FAVOREZCAN EL DISFRUTE EN LA VIDA Y QUE INCREMENTEN EL PLACER Y EL GOZO SEXUAL DE LAS PERSONAS.

Querida Mujer con mucha humildad te quiero pedir que si la línea de intervención que comenzarás a ver a través de esta página es de tu agrado y resuenas con ello, te propongo que sigamos caminando juntos y te inspires con lo que te propondré.
De lo contrario, si consideras que ya no te representa o deja de ser de tu interés, elije dejar de seguirme y de corazón te agradezco que hayas sido parte de este bello proyecto que llegó a muchísimos lugares del mundo, deseándote bellas aventuras en tu vida.

Entonces, ya lo sabes, he vuelto recargada y con toda la alegría y el power que me caracteriza.
Te auguro bellos momentos y mucho disfrute!!!!
Nos vemos pronto,
Claudia Ferrer


viernes, 11 de julio de 2014

Yo soy Yo por Virginia Satir

Yo Soy Yo

En todo el mundo no hay nadie como yo.
Hay personas que tienen algo en común conmigo,
pero nadie es exactamente como yo. 
Por lo tanto, todo lo que surge de mí es verdaderamente mío
porque yo sola lo escogí.
Soy dueña de todo lo que me concierne:
De mi cuerpo, incluyendo todo lo que hace;
mi mente, incluyendo todos sus pensamientos e ideas;
mis ojos, incluyendo las imágenes de todo lo que contemplan;
mis sentimientos, sean lo que sean, ira, gozo, frustración,
amor, desilusión, excitación;
mi boca, y todas las palabras que de ellas salen,
corteses, tiernas o rudas, correctas o incorrectas;
mi voz, fuerte o suave, y todas mis acciones,
ya sean para otros o para mí misma.
Soy dueña de mis fantasías, mis sueños, mis esperanzas, mis temores.
Soy dueña de todos mis triunfos y logros, de todos mis fracasos y errores.
Como soy dueña de todo mi yo, puedo llegar a conocerme íntimamente.
Al hacerlo, puedo amarme y ser afectuosa conmigo en todo lo que me forma. Puedo así hacer posible que todo lo que soy trabaje para mi mejor provecho.
Sé que hay aspectos de mí misma que me embrollan,
y otros aspectos que no conozco.
Mas mientras siga siendo afectuosa y amorosa conmigo misma,
valiente y esperanzada, puedo buscar las soluciones a los embrollos
y los medios para llegar a conocerme mejor.
Sea cual sea mi imagen visual y auditiva, diga lo que diga,
haga lo que haga, piense lo que piense y sienta lo que sienta
en un instante del tiempo, esa soy yo.
Esto es real y refleja donde estoy en ese instante del tiempo.
Más tarde, cuando reviso cuál era mi imagen visual y auditiva,
que dije y que hice, que pensé y que sentí,
quizá resulte que algunas piezas no encajen.
Puedo descartar lo que no encaja
y conservar lo que demostró que si encaja.
E inventar algo nuevo en vez de lo que descarté.
Puedo ver, oír, sentir, pensar, decir y hacer.
Tengo las herramientas para sobrevivir, para estar cerca de otros,
para ser productiva, y para encontrar el sentido y el orden del mundo
formado por la gente y las cosas que me rodean.
Soy dueña de mí misma,
Y por ello puedo construirme.
Yo soy yo y estoy bien.

Viginia Satir

jueves, 17 de abril de 2014

Suelta

Si no trae alegría a tu vida... SUELTA

Si no te ilumina ni te construye... SUELTA
 
Si permanece pero no crece... SUELTA

Si te procura seguridad y así te evita el esfuerzo de desarrollarte... SUELTA

Si no brinda reconocimiento a tus talentos... SUELTA

Si habla, pero no hace... SUELTA

Si se impone el "yo"... SUELTA

Si son más los desencuentros que los encuentros... SUELTA

Si simplemente no suma a tu vida... SUELTA

SUÉLTATE...
la caída será mucho menos dolorosa que el dolor de mantenerte aferrado a lo que NO ES
 
 

lunes, 14 de abril de 2014

Gratitud Alfredo

En gratitud a Alfredo Collovatti por la Bondad de tu trabajo, por la invitación a conectarme con la-mi profundidad, por este viaje a Itaka que acabamos de empezar que ya le ha mostrado a mi corazón que soy una ínfima parte de la Infinitud, por la expansión que siente mi alma, por confiar en mi y permitirme ser parte de este bellísimo grupo.
GRACIAS INFINITAS!!!!

Yo vengo a ofrecer mi Corazón
(Mercedes Sosa)

¿quién dijo que todo está perdido?
yo vengo a ofrecer mi corazón.
tanta sangre que se llevó el río,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
No será tan fácil, ya sé qué pasa,
no será tan simple como pensaba,
como abrir el pecho y sacar el alma,
una cuchillada de amor.
Luna de los pobres siempre abierta,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
como un documento inalterable
yo vengo a ofrecer mi corazón.
Y uniré las puntas de un mismo lazo,
y me iré tranquila, me iré despacio,
y te daré todo, y me darás algo,
algo que me alivie un poco más.
Cuando no haya nadie cerca o lejos,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
cuando los satélites no alcancen,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
Y hablo de países y de esperanzas,
hablo por la vida, hablo por la nada,
hablo de cambiar ésta nuestra casa,
de cambiarla por cambiar, nomás.
¿quién dijo que todo está perdido?
yo vengo a ofrecer mi corazón.
 

domingo, 6 de abril de 2014

Frasco de Luz por Luciana Schwarzman

Zoe metió el último bichito de luz en el frasco y lo cerró.
Le hizo unos agujeros diminutos para que pudiesen respirar.
Lo agitó despacio así movieran las colas y de a poco fuesen haciendo dibujos de luz.
Con la figura reflejada del mar, Zoe le dio un mordisco a la luna.
Cuando apareció una ola, de esas rasposas con espuma, sorbió a la noche desde el pico de una botella que traía un mensaje y quedó anclada entre dos piedras musgosas.
Ya cuando los bichitos de luz titilaban para iluminar otra imagen, Zoe se había acomodado junto a un mejillón.
Pudo ver llegar al barco.
Se veía cerca y lejos a la vez, apoyado en la línea en que la noche se come al mar.
Y viceversa.
Zoe guardó un pestañeo para despedirlo.
Comenzó a respirar en frío mientras que un vaivén de cuna la acercaba a su encuentro.
El silencio seco en los oídos traspasó ecos de profundidad. Tironeada, hundió el brillo verde que la acobijaba.
Dejó recuerdos en frascos, noches de luz y bichitos de cristal.
 
Ilustración de Luciana González Verbauwede
 
 

Para disfrutar en casa este Domingo